miércoles, 20 de mayo de 2020

Capítulo 5




Justo antes de meterse en el coche, David oye que se abre la puerta y no puede evitar mirar. Es Alan. Los dos sonríen y suspiran.
--¿usted aquí?
David se ruboriza, se siente como un adolescente al que han descubierto espiando al chico que le gusta.
--bueno es que yo... 
--¿se perdió o quería algo?
David tartamudea y que es no le sale las palabras. Por su silencio, Alan de pronto se angustia:
--¿es que le pasa algo a su hijo?
David sonríe y es que la ternura del chico lo hace sonreír.
--no, no…...es que vine a traerte esto…
David le pasa el sobre y los dos sonríen. Alan se entristece al ver las fotos y piensa en su amado. Llora.
--lo siento,… yo si llego a saber que te pondrías a llorar no te las traigo… --él.
David se palpa los bolsillos y le pasa un pañuelo al chico. Alan se seca las lágrimas:
--ya es el segundo que me da…
David sonríe con ternura y le dice:
--también ha sido mi culpa… yo te hice llorar…
Alan se saca los mocos y dice sollozando:
--usted es muy bueno… no tiene la culpa de nada. Lo que pasa es que me dio mucha pena ver esa foto, estábamos muy felices y después...
Alan agacha la cabeza con vergüenza y es que se siente mal al recordar lo que pasó. David le acaricia la barbilla y le levanta la cabeza:
--conmigo no tienes que tener pena… pero dime una cosa ¿es que mi hijo te forzó? ¿tú no querías?
Alan se da la vuelta con vergüenza.
--habla conmigo en confianza… si mi hijo se propasó contigo… ¡se va a enterar¡¡
Alan mira al hombre con tristeza:
--no, David no me obligó a nada… fui yo el que le fallé…
--seguro que no fue tu culpa…  --dice con dulzura.
El adolescente rompe a llorar recordando las duras palabras de su amado.
--otra vez te hice llorar,… veo que mi visita no te gustó… será mejor que me vaya…
--No, no… no se vaya… su visita me hace bien…, me siento tan triste… Y a su lado no tanto.
El hombre sonríe. A los dos les gusta estar juntos.
--¿y estás muy enamorado de mi hijo?
--sí, señor. pero él se decepcionó de mi. él es un hombre y yo no soy lo que él esperaba…
Al hombre le duele el sufrimiento del chico y le acaricia la mejilla y los dos se sonríen:
--no sabes cómo me gustaría que lo tuyo con mi hijo se arreglara …
--¿usted no cree que soy muy niño para su hijo?
--bueno, no soy yo quien deba decir eso… sino mi hijo…
--Tal vez si me comporto de otra manera… --alan
--No, nunca cambies por un hombre. Nunca pierdas tu inocencia…
Alan agacha la cabeza con vergüenza. Él le levanta el rostro por la barbilla y dice:
--tu mirada es inocente, no ha cambiado.  tu inocencia está en tu alma… no en tu cuerpo. sigues siendo inocente pasara lo que pasara…
Los dos sienten un deseo especial al estar frente a frente, un deseo que por la enorme diferencia de edad que los separa no entienden bien.

Por otro lado, Elisa se enfurece con su marido:
--¿¡como que no hay luna de miel¡
Luís fuerza una sonrisa, se intenta mostrar tranquilo y enamorado:
--Mi amor, tengo reuniones para pasado mañana… ya lo haremos otro día no te enfades…
--¡¡no me puedes hacer eso…¡¡ --llora ella.
Con una dulzura fingida pero que si ella sí le cree el guapo empresario le dice:
--mi vida, entiende. Me es imposible. Es que tengo muchos negocios entre manos que no pueden esperar… Además quiero dar ejemplo a los trabajadores… Es por el bien de la empresa… Ahora es como volver a empezar y tenemos que hacer ese pequeño sacrificio…
Elisa lo mira llorosa:
--es que he soñado con este viaje toda mi vida… ¿no puedes tomarte ni que sea un par de días?
Como si de veras le doliera él dice:
--que más quisiera yo… a mi también me encantaría. Lo que no puede ser no pude ser…, pero te juro que te compenso… cualquier día de estos hacemos el viaje de tus sueños…. Te lo juro… En cuanto la empresa esté ya encaminada nos vamos de luna de miel…
Las palabras y la dulce sonrisa de su marido la tranquiliza. Luís se saca un buen peso de encima al ver que la mujer  no lo presiona más pero como le interesa tener feliz, la abraza y como el más amoroso de los maridos dice:
--La vida a tu lado ya es una luna de miel yo no necesito irme de viaje para ser feliz a tu lado…
--¿De veras?
--Claro… te quiero tanto y no soporto que estés enfada conmigo…
Elisa lo abraza con desesperación:
--te quiero, te quiero tanto…
--Yo también te quiero, te quiero más que a mi vida…
Y mientras le habla con dulzura aprovechando que ella no le ve la cara Luís pone cara de fastidio.

Mientras, Alan y David siguen delante de la casa del chico. Se miran muy contentos. No tienen ninguna ganas de irse.
--¿no me invitas a pasar? --dice David con dulzura.
--Es que mi casa es muy humilde…
--Bueno a mi no me importa… pero ¿es que a tus padres les importará…?
--Vivo solo con mi madrina… ella no está pero será feo… que esté solo con un hombre.
Los dos se miran con cierta vergüenza:
--pero yo no soy un hombre, soy casi tu padre…
Los dos se sonríen. Alan lo hace pasar. Él entra, está contento de conocer el lugar en el que vive el chico
--¿quiere tomar algo?
--un poco de agua…
El chico va a la cocina a buscarle el agua. Él mira a su alrededor. Ve una foto antigua de una joven. Alan entra con el agua y le da el vaso.
--No tienes padres?
--No --dice  con tristeza.
Señalando a la foto, alan dice:
--es mi mamá, murió cuando yo tenía un par de meses…
--¿y tu papá?
--No sé. abandonó a mi mamá cuando estaba embarazada…
Alan se ha puesto triste, David lo acaricia y dice:
--no te pongas triste.… David y yo vamos a ser la familia que no tienes…
Sin pensarlo el joven lo abraza. Los dos se sienten muy felices el uno en brazos del otro. David no deja de acariciarlo con un cariño que no puede entender.

Lejos de ahí, Hugo está en la puerta en la que ensayan con la oreja bien pegada pendiente de los jadeos de la pareja. Cuando ya hace un rato que no oye nadie, entra. Va con cuidado para no interrumpir nada, se asoma a la habitación. Miguel se está poniendo los calzoncillos. Detrás está Anas desnudo. A Hugo se le ponen los ojos como platos al reconocer al novio de Miguel Ángel:
--¿¡¡tu…?¡¡ --Hugo.
Mientras se pone los pantalones a toda prisa, Miguel dice a su amigo:
--¡¡Podías haber llamado¡¡
A Miguel le molesta que Anas se muestre desnudo a Hugo sin pudor y es que a Anas le encanta sentirse deseado y Hugo se lo come con los ojos.
--¡No lo mires tanto¡¡ --dice Miguel con reproche a  un excitado Hugo apartándole la cara de enfrente de Anas que sonríe coqueto…
--El...-dice Hugo excitado y nervioso.
--¿¡¡Si que pasa…?¡ --Miguel.
--¡¡Que su novio está fuera…¡¡

Miguel Ángel y David se acercan a la casa.
--Pues es muy interesante tu plan… ¿y ahora sí podremos ensayar? Es que estoy impaciente… ¿de verás no pasa nada? Si quieres que lo dejemos para otro día… --Miguel Ángel.
David se tranquiliza al ver que no está Hugo.
--todo está bien… vamos dentro…


Dentro, Anas se viste deprisa:
--¡¡a mi novio ni una palabra de esto¡¡
Miguel se lleva las manos a la cabeza, no le apetece tener líos con el novio de nadie. Se acaba de vestir con prisa.
--¡si claro… tranquilo, a ver si crees que yo le quiero decir a tu chico que me he acostado con su  novio¡
Anas ya está acostumbrado a vestirse de prisa y acaba antes que él.
--pues que bueno… aunque pasé un momento muy rico pues mejor lo olvidamos…
--si claro --dice Miguel abrochándose los pantalones.
Anas deja la habitación. Hugo mira a Miguel con reproche:
--no creo que a David le haga gracia esto… mira si el novio os ve…
--¿y seguro que está aquí?
--claro que sí… si ya quería entrar…
Miguel y Hugo se ponen nerviosos al oír la puerta.
--¡¡chicos, ya llegamos¡ --dice David.




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