miércoles, 20 de mayo de 2020

Capítulo 12




Alan y David padre se besan, se besan bien profundo. Es un sentimiento que llevan callados desde hace mucho y no se pueden controlar. Se besan y se besan para saciar su sed del otro. Pero ninguno de los dos se atreve a confesarse lo que sienten el uno por el otro.

Luis está en su despacho. No deja de pensar en Fabi. En que hicieron el amor. Se estremece sólo de pensarlo. Sus ojos se llenan de lágrimas al pensar en que lo dejó abandonado dormido después de ser suyo. Le duele pensar que tal vez lo hirió. Con rencor abre un cajón que tiene cerrado con llave. Ahí tiene guardado un anillo de compromiso:
--ojo por ojo…  --dice tomando ese anillo con amargura—-Yo te iba a dar este anillo para que te casaras conmigo, pero claro. Yo era demasiado poco a ti… tú aspirabas más alto. Ahora he conseguido todo lo que tenía…
Se seca las lágrimas con tristeza:
--todo no, no te tengo a ti.
Su rostro se llena de rabia:
--¡¡y tampoco te necesito¡¡¡gracias a Elisa tengo el control de esta empresa… la mitad ya es mía…¡¡seguro que  se enteró y claro… ahora sí soy un buen partido para él pero no… Yo no quiero. ¡¡no¡¡¡ Aunque el me quisiera --dice nada convencido --ahora sería yo quien no iba a querer nada con el.
--te amo, te amo Fabi --dice besando ese anillo con tristeza.

Alan y David desean besarse y decirse lo mucho que se aman. De repente los dos se separan y al unísono dicen:
--¡¡no¡
Luego los dos se sonríen con tristeza.
--¡¡no puede ser¡¡ --dicen a la vez.
Se dan cuenta que no sólo se aman por igual, sino que están igual de compenetrados. El hombre acaricia al joven y le dice:
--perdóname, mi niño. Fue mi culpa… yo ya soy un hombre hecho y derecho. No debí caer en este juego. Soy tu tutor. Se te me confíado a mi…. Y no podemos hacer esto…
--esto no debe volver a pasar --dice Alan con tristeza.
--te lo juro --dice David  besando la mano de Alan
Los dos se van juntos con un amor que les quema muy adentro, en el alma. Con un amor que sienten prohibido.


Lejos de allá, Los 30 Boys están teniendo bastante éxito. Los chicos regresan al hotel cansados al hotel y se retiran a su habitación. Hugo entra en la suya y se sorprende al encontrar a Mariano. Se sonríen.
--¿tú aquí?
--si, y no veas lo que me constó colarme… creían que era una de esos niños que están locos por vosotros…
Hugo sonríe con timidez. Mariano se le acerca con algo de vergüenza:
--aunque sí es cierto que soy tu mayor fan…
--¿de veras? --pregunta contento.
--sí, por eso te vine a buscar… pero tengo miedo que… que ahora que eres famoso… debes tener muchos chicos a tus pies.
Mariano teme perder a su chico y como prueba de amor, se desnuda ante él. Hugo lo mira muy sorprendido. Traga saliva.
--No creas que yo hago esto con todos... es mi primera  vez.
Hugo lo mira con deseo.
--¿estás seguro que quieres esto? Si me acerco mucho luego no podré parar.
Mariano pega su cuerpo al de él:
--no quiero quedarme atrás, ser un tonto, quiero ser el hombre que necesitas. Quiero que tú seas el primero.
Hugo sonríe y caen a la cama.
--si te lastimo dime. Es mi primera vez como activo.
Hugo es muy dulce. Mariano está feliz.  Le duele mucho pero le asegura que no le duele y que le encanta. Es un momento especial para ambos.

Elisa y Luís están apunto de hacer el amor.
--¿Cuándo te tomaste la pastilla? No te vi…
Ella se le coloca encima, le besa el pecho a la vez que le saca la camisa. Le gusta perderse entre sus pezones, su vello.
--te amo, tanto…
Él jadea, está apunto de caer y eso es lo que quiera ella.
--la pastilla… te tomaste la pastilla?
--no importa… por un día no pasa nada…
Luis hace un esfuerzo y sale de debajo de la mujer:
--¿Qué te pasa?
Él la mira sofocado y le pasa las pastillas:
--ni una sola vez…
Ella se le levanta coqueta y le dice:
--tengamos un hijo… Yo quiero que tengamos un hijo.
--un hijo?¡ ¿estás loca?
--¿Qué pasa? Estamos casados, nos amamos… es la cosa más natural del mundo.
--¡¡¡que no Elisa, que yo no pienso tener un hijo tuyo¡
Ella lo mira muy triste. Él se da cuenta que ha dejado al descubierto sus verdaderos sentimientos y con un falso amor la acaricia y le dice:
--claro que me encantaría tener un hijo tuyo, pero no ahora… tengo mucho trabajo… Cuando la empresa sea ya la mejor, la numero 1 para que nuestro niño tengo lo mejor, para que pueda estar más por vosotros…
Con toda la dulzura que es capaz de fingir, el hombre sonríe mientras pone una pastilla en la mano de su esposa. Sonríe “enamorado” hasta que Elisa se la toma. Sonríe más tranquilo. Luego sí se desnuda ante la atenta mirada de su esposa y hacen el amor. Él se deja llevar sólo por sus instintos. Ella es feliz ya que cree que el amor de su marido es 100 por cien sincero.




Alan  y David se han evitado durante todo el día. Están encerrados cada uno en su cuarto atormentados sin dejar de pensar en el beso, en su beso. Les tiembla hasta la piel. Aunque están separados la pareja piensa el uno en el otro. Les tiembla hasta la piel. Se acarician el labio. Sus ojos se llenan de lágrimas. Y a solas se atreven a confesarse lo que no se confesaron entonces.
--te amo, te amo. Te amo David. Te amo . Es mi primera vez. Es la primera vez que amo.
--Te amo, te amo mi Alan. Mi niño lindo. Me has hecho retroceder 40 años.
A pesar que ahora los dos saben que se aman y que son correspondidos.
--Me ama, me ama --dice Alan con el sabor de los labios del otro en el suyo.
-- me ama, me ama tanto como yo. Lo sentí temblar. Lo sentí tan mío. Es mío, mío --dice David con ternura.
Los dos sienten que su amor les está prohibido. Alan se levanta. Se mira al espejo y se seca las lágrimas.
--¿¿Qué clase de hombre eres tú?¡¡¿es que no te da pena besarte con el padre y acostarte con el hijo¡¡
A los dos le atormenta lo mismo. David padre se levanta de la cama. Se desnuda para darse una ducha fría con tal de olvidar sus 'malos'pensamientos:
--¡¡tienes que bajarte esa calentura, es un niño de 16 años y que esta a tu cargo.
Se da una ducha fría para aclararse las ideas pero sabe que lo suyo no es un simple calentón, que no le vale cualquiera, que solo lo quiere a Alan
--¡¡43 años, es 43 años menor que tú¡¡¡está mal¡¡¡es un delito¡¡¡es algo abominable¡¡¡No le puedo hacer esto, no puedo¡¡¡


Miguel se encuentra en el vestíbulo del hotel y se sorprende al ver llegar a Hugo. Se acerca a él molesto.
--¿¿Dónde estabas? Mi dijeron que saliste… los otros ya fueron al ensayo. Yo me tuve que quedar para esperarte…
Hugo tiene la cara iluminado:
--vengo de la Terminal de autocares…
--¿¿Qué?¡¡¡tú eres tonto o qué?¡¡ ¿y se puede saber qué se te perdió ahí?¡
--fui a acompañar a Mariano.
Miguel no puede evitar el punzón de los celos:
--¿Mariano?
Ilusionado y enamorado, Hugo le dice:
--¡¡si, ¿puedes creerlo?¡¡¡hizo un viaje tan largo sólo para verme, para pasar la noche conmigo¡¡
--¿¿¡vino solo para meterse en tu cama?¿para acostarse contigo?
--bueno, nos amamos.
Miguel arde por la herida:
--así que se te regaló--dice con desprecio.
Molesto Hugo dice:
--¡no, se me entregó por amor¡¡
--seguro que lo hace con cualquiera, que estuvo contigo por pena…
--¡¡pues no. Era virgen, yo fui el primero¡¡Es un chico muy especial. No quería entregarse a cualquiera.
Miguel se muere de rabia.
--¡¡eso no puede ser. Nadie es virgen a su edad¡¡¡te tomó el pelo y tú de tonto te lo crees¡
--¡yo lo comprobé¡¡
--¡por favor, tú eres una putita. Te gusta que los machos te usen como su juguete sexual¡ ¡no eres activo¡
--pues no te pases que no he estado con tantos chicos. Sólo con Luis y con vosotros. Y a mi me gusta de las dos maneras pero hasta ahora no me habían dejado meterla.
--si hasta ahora sólo  has sido pasivo  y has sido nuestro  juguete sexual siempre que nos ha apetecido  ¡¿Cómo sabes como se diferencia?
--lo sé y si tú hubieras estado alguna vez con algun virgen pues lo sabrías.
Miguel no dice nada pero se muere de la rabia.

Por su lado, David y Alan está desayunando juntos. LA cercanía de sus cuerpos los está matando. Están cerca pero a la vez se sienten tan lejos. Los dos están luchando contra un amor que no quieren sentir y eso los hace sufrir. Casi no se hablan. No se atreven a mirarse a los ojos.
--llegaré tarde, en estas semanas he descuidado mi trabajo pasaré todo el día en la oficina --dice el hombre triste pero seguro que refugiarse en el trabajo es la mejor solución.
Aunque al joven le da pena no tener al hombre  todo el día a su lado, se siente mas tranquilo. Saber que cuanto menos lo vea más fácil le será luchar contra el amor.
--es lo mejor-- David
 --Será?¡ --murmura tímido.
Alan a  veces siente que su amor por su tutor y padre de su ex es imposible  y otras veces siente que por amor merece morir pero no se anima a lanzarse. Sin saber exactamente lo que pasa por su cabeza David dice:
--es lo mejor para ti. No lo dudes.
Los dos se miran tristes. Ninguno hace ningún comentario pero los dos saben exactamente a lo que se refieren. David se levanta, se acerca a Alan. Los dos desean ese beso.  David siente que los separa demasiadas cosas, que esa relación a la larga lastimaría al joven. Lo quiere proteger. Y Alan no sabe como enfrentarse a lo que siente
--hasta la noche --dice David tenso y en la distancia.
Se va. Antes de dejar el comedor mira a Alan con tristeza. Al uno le duele la mirada del otro llena de dolor. Cuando se queda solo, Alan llora desconsoladamente sin entender muy bien lo que está sintiendo y porque no puede vivir ese amor que le hace tan feliz.
David entra en su coche. Golpea el volante con rabia.
--¿¿Por qué?¿porqué me tenía que pasar una cosa así?¿porqué ahora que me vuelvo a enamorar es de un adolescente a mi cargo?¿porqué?
David conduce a toda prisa lleno de rabia y sin dejar de pensar en el beso que se dieron:
--juro que mi vida que lo voy a olvidar, no puedo arruinar la vida de ese niño. Que va a hacer con un viejo?

meses después...


Luis está trabajando en su oficina. La secretaria le trae unos viejos papeles:
--Y  por fin acabamos… creí que nunca íbamos a vaciar ese viejo despacho. Esto montón es ya el último. Ahora ya tienes  todos los papeles que quedaban del antiguo dueño
--Menos mal, el  viejo Helmut era muy desordenado
--No creo que haya nada importante. Has tardado meses en mirar todos estos papeles que son para tirar, es perder el tiempo.
--Eso ya veremos. Déjame sólo.
El guapo hombre registra esos papeles con desesperación:
--En algún lugar tiene que a ver algo que demuestre que mi padre fue el verdadero fundador de esta empresa y que aprovechándose de una borrachera el  viejo Helmut le quito su empresa
Pasa horas mirando viejos papeles y no encuentra nada. Está desesperado:
--en estos meses no he logrado que Elisa me ceda el resto de su empresa… está decidida a dejar sus acciones al hijo que quiere tener conmigo… pero eso sería atarme a ella de por vida. Tengo que demostrar que esta empresa es mía para no tener que seguir atado a un matrimonio que me está volviendo loco.
Alguien entra.
--Hola, Luis.
El hombre levanta los ojos y se sorprende al ver a Fabi.
--¿Qué haces aquí?
--bueno… no había nadie… así que entré…
Los dos se miran con emoción. Después de meses sin verse. Se sonríen. Luis se levanta. Sonríe como un adolescente con ese hombre frente a él, el  empresario se olvida de todo.
--¿Qué has venido a buscar? -'dice  Luis con emoción pero con algo de reproche.
--te vine a buscar, a saber de ti.
Ninguno de los dos puede luchar contra lo que siente y se funden en un apasionado beso de amor. Elisa que entraba en ese momento se queda de piedra al ver la escena.





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